Paradigma

Son justamente los destellos rojizos y cenitales del crepúsculo, los que gritan sin cesar la verdad de un misterio que surge por una intempestiva válvula de escape. Son los silencios que perturban el pensamiento desventurado del hecho real, los que llevan a catapultar la emoción del hombre dentro de la boca de un cañón de carabela española y, al final, se hunden en lo más profundo de la oscuridad inhóspita del océano.

Abismos que poco a poco se van desdibujando en siluetas y pieles destellantes. Draco sentencia _ Aquel que logra reconocer la esencia verdadera del que miente o la pureza bestialmente desconcertante del que habla con la verdad, tendrá entre sus manos el control total del ser humano _

El héroe despierta de su eterno sueño, siempre leal el resplandor sigue sus pasos, galopa hacia los hombres sobre miradas que estremecen al cuerpo, la sola presencia de Draco enceguece. Perpendicular y letal se tumba ahora contra las figuras de hombres desnudos, sin sentidos de una carne trémula que palpita rezagada y moribunda. El jinete se niega a creer en paradigmas.

Los hombres que llegan a su encuentro están ciegos, huelen a petróleo, se cubren de petróleo, entrelazan sus brazos para amedrentar a Draco y su escudero. Los olfatean y escuchan con precisión, saben que están ahí frente a ellos o quizás rodeandolos, burbujas efervescentes ascienden por entre los dedos de pies y manos, poco a poco van cubriendo sus cuerpos desnudos. Ahora portan espléndidas armaduras cáusticas. Draco no quiere esperar más, éste es su tiempo, no el de aquellos hombres espejismo.

_ Hoy es el día en que comprenderán que no hay propósito honorable en aniquilar los recuerdos. ¿Acaso ellos se han convertido en una pena insostenible? ¿Acaso las ágiles e intrépidas memorias son ahora un veneno que los atormenta? Yo no lo creo así. _ sentencia el héroe. Los hombres empoderados se lanzan al ataque, quieren aniquilar al resplandor de súbito antes de dirigirse al héroe, su brillo destellante no les permite olvidar y ellos quieren olvidar. Draco, con destreza impoluta, corta sus cabezas. El pasado ahora quedó atrás y olvidado, junto a sus cuerpos decapitados sobre tierra escarlata.

Los recuerdos que las atormentaban sin duda desaparecen. Sin embargo, malditas, las cabezas cercenadas son condenadas a edificarse sobre las rocas en que cayeron, jamás cerrarán sus ojos, ni descansaran, día y noche permanecerán despiertas, siendo por toda la eternidad la memoria del imperio. Así cuando ejércitos, caravanas de comerciantes o caminantes incautos pasen por allí, podrán preguntarle todo cuanto deseen y seguir su travesía sin apuros. Y ellas, deberán recordar todo y guiar o proteger a quienes se detengan a preguntar. Recordar será su pena eterna.

4 comentarios en “Paradigma

  1. Florecita Rockera dice:

    Caigo rendida ante tu prosa atrayente, envolvente, tejida con los mejores hilos, de sustantivos, de adejtivos, de imaginación desbordante que me lleva a su vez, a los relatos de diversas mitologias alrededor del mundo. Galopan muy bien tus letras mi querido artista fashionista.

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    1. FetiCHEZ dice:

      Gracias mi querida Fer, es un hecho claro que voy caminando por un sendero de creatividad y sencillez que me está transformando en el artista que siempre he soñado ser, no desistiré en mi travesía, aún falta pero la energía, la pasión y la valentía las tengo intactas.

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