Conexión FetiCHEZ – Capítulo 3
La noche comenzó a desvanecerse a través de aquellas empañadas ventanas, que entre cortinillas, me dejaban escribir R y C dentro de un corazón. Recorrer los campos verdes y frescos de Santander era nuestro mejor parche, íbamos a quebradas y ríos para desnudarnos y observarnos por minutos eternos y húmedos, cuando intentaba acercarse más de lo que le era permitido yo me sumergía en la parte más profunda y pues Román, al no ser fanático de las aguas frías y oscuras retrocedía. Antídoto perfecto.
Fotografía y Styling: @conexionfetichez Asistencia de Fotografía: @cordonez13 Maquillaje: @lexbustamante Modelos: @gerardrey30 & @sergiovalenciap Locación: @elcarajocamp
Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez – Fotografía: FetiCHEZ Román – Fotografía: FetiCHEZ
Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez – Fotografía: FetiCHEZ
También nos subíamos a los árboles y, ocultos tras el follaje, nos besábamos apasionadamente sintiendo nuestros cuerpos estremecerse y endurecerse, era una chimba sentir su transpiración salada en mis labios, es electrizante recordar cómo sus manos fuertes me apretaban las nalgas suaves de quinciañero. Román era mi mundo y cuando le mostré mis nuevas adquisiciones: el diskman y el CD de Oasis el man creo…viajó tipo a su propia Matrix, alucinaba, esa tecnología no era la suya, solo había visto vinilos de Vicente Fernandez o Diomedes Diaz, sus favoritos.
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Después de disfrutar del campo nos acostábamos sobre el pasto fresco y bajo la sombra de un árbol de durazno frente a un pozo de aguas tranquilas y miedosas nos decíamos poesías_ Vaya camino de maltrechas rocas hemos de patear, una más sedentaria que la anterior. Es incomprensible observar albas que te invaden de un gélido vaho y crepúsculos, cuyo protagonista gotea por el pecho y hace atragantar la reseca garganta _ me decía Román con profunda resignación.
Chez – Fotografía: FetiCHEZ Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ Chez – Fotografía: FetiCHEZ
“Extraviado no es precisamente aquel sendero de tapetes de musgo acolchado, eucaliptos adornados con sus accesorios de edad media oscurantista o paredes que radiografían la historia. Extraviado es el deseo de dos jóvenes, que no ha hecho más que instalarse en rústicas atmósferas aletosas e inesperadas. Ellos siempre han sido la impronta de gallardos adolescentes, que germinan dentro del palpitante y absurdo corazón de Chez”.
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez – Fotografía: FetiCHEZ Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez – Fotografía: FetiCHEZ Román – Fotografía: FetiCHEZ
Chez y Román – Fotografía: FetiCHEZ